Métodos alternativos de resolución de conflictos
¿Tenés un conflicto? Hay otra forma de resolverlo
No todos los problemas necesitan terminar en juicio. La mediación y otros métodos alternativos ofrecen soluciones más rápidas, económicas y humanas.
Con más de 20 años de experiencia como Escribanos, hemos comprobado que cuando hay buena comunicación y voluntad, es posible llegar a acuerdos satisfactorios sin pasar por un proceso judicial.
Nos especializamos en acercar posiciones, facilitar el diálogo y ayudar a resolver conflictos en temas familiares, civiles, comerciales y laborales. La mediación no busca imponer, sino construir soluciones justas y duraderas para todas las partes.
Antes de iniciar un juicio, te invitamos a considerar otra opción: la que pone en el centro el diálogo, la participación y conciliación.
Resolver conflictos de forma eficaz y humana: el valor de la mediación
Existen formas de resolver los conflictos que no solo son más rápidas y económicas, sino también más humanas, participativas y satisfactorias para todas las partes involucradas. La mediación y otros métodos alternativos de resolución de conflictos permiten a quienes tienen una diferencia o disputa encontrar juntos una solución con la ayuda de un profesional capacitado que facilita el diálogo con el fin de acercar posiciones.
Estos métodos, como la mediación o la negociación, permiten evitar largos procesos judiciales, reducen los costos económicos y emocionales, y suelen ofrecer respuestas más rápidas. Además, promueven el entendimiento, la escucha activa y acuerdos que, aunque no siempre reflejan el 100% de lo que cada parte quisiera, sí recogen lo esencial para todos de forma equitativa y sostenible.
Nuestra experiencia: más de 20 años acercando posiciones
Desde hace más de dos décadas, como profesionales del derecho y como Escribanos, hemos vivido en primera persona el valor de estos métodos. A través del ejercicio diario en la redacción y celebración de contratos, en la comunicación con las partes y en la resolución de diferencias, hemos comprobado que muchas veces, con una buena comunicación, información clara y herramientas adecuadas de mediación y negociación, se evitan juicios y se alcanzan soluciones más satisfactorias.
Por eso decidimos formarnos de manera especializada en estos métodos. Esta formación nos ha aportado herramientas valiosas para generar acuerdos justos, facilitar el entendimiento y colaborar activamente en una convivencia más armoniosa.
Ya sea en temas familiares (como divorcios, visitas, pensiones, sucesiones o particiones) o en asuntos civiles, comerciales o laborales, hemos podido acompañar a muchas personas en procesos que terminan con acuerdos beneficiosos y duraderos, sin tener que recurrir a la vía judicial.
¿Y por qué evitar el juicio, si se puede?
Nuestra experiencia profesional también nos ha mostrado, una y otra vez, que no siempre ir a juicio es lo más conveniente. Muchas veces el proceso judicial resulta más costoso que el beneficio que se podría obtener. Y no hablamos solo de dinero: los juicios implican largos tiempos de espera, desgaste emocional, situaciones incómodas como enfrentar a la otra parte, recordar hechos dolorosos, y la incertidumbre de no saber cómo terminará el proceso.
Si bien confiamos plenamente en la justicia y en el profesionalismo de sus operadores, también reconocemos que los juzgados muchas veces no cuentan con los medios suficientes y eso hace que los tiempos se extiendan y que el camino hacia una sentencia pueda durar años.
Por eso creemos firmemente en la necesidad de impulsar y ofrecer otras formas de resolver los conflictos. Métodos más accesibles, más rápidos, más participativos y, sobre todo, más humanos.